Todo ser humano debería mantener un equilibrio entre cuerpo, mente, emoción y espíritu, éstas son áreas o dimensiones de la personalidad, las cuales son importantes para vivir armónicamente. Pareciera difícil lograr esta conjunción de una forma holística, más no lo es.
Este balance es necesario para ejercer la práctica de autorenovarse como parte del desarrollo integral del hombre.
¿Que es autorenovarse? El verbo renovar significa dar nueva energía a algo, transformarlo. Se infiere que auto renovarse es proporcionarse nueva energía, transformarla y evolucionar.
En el proceso de transformación interna, el hombre evoluciona y se convierte en un ser centrado, seguro de sí mismo y sobre todo feliz con lo que es de acuerdo a sus convicciones personales.
¿Como poner en práctica las cuatro dimensiones del ser humano?
Para poner en práctica la auto renovación, es necesario ejercitar las cuatro dimensiones del ser humano: la física, mental, emocional y espiritual.
Dimensión Física:
La dimensión física es la más visible ante los demás. Se practica ingiriendo comida balanceada para mantener el organismo sano. La buena alimentación es importante, puesto que de ella depende una óptima salud. De igual manera se practica realizando algún tipo de programa de ejercicios, para otorgar resistencia al cuerpo y aumentar su capacidad física.
Dimensión Mental:
La dimensión mental abarca los pensamientos. Se práctica superándose profesionalmente a través del cumplimiento de actividades de su responsabilidad, bien sea dentro de su área laboral o de estudio. Esto ayuda a la persona a mantenerse actualizada y activa en sus funciones cotidianas, bien sea en la oficina, en el taller, la escuela, universidad o en la casa.
Dimensión Emocional:
La dimensión emocional representa los sentimientos. Se practica escuchando a los demás, siendo auténticos, demostrando amor por el prójimo, haciendo buenas obras y leyendo libros que le ayuden al crecimiento personal.
Dimensión Espiritual:
Una de las más importantes dimensiones que debe ser desarrolladas es la espiritual, puesto que implica saber llevar su propia vida con paz interior. Se practica leyendo las sagradas escrituras, orando y meditando.
El tiempo invertido en practicar estos ejercicios básicos serán muy productivos y redundará en beneficio de un maor bienestar y una mejor calidad de vida.
Aplicar estas dimensiones ayudará a la persona a mantenerse sana y a auto renovarse constantemente, brindándole a la vez una armonía integral que conduce directamente a lo que todo ser humano tiene como objetivo en la vida; “ser feliz"
